Por estas horas, la frase de momento en el búnker del Seleccionado es: “nos hicieron el gol en el momento justo”. Así han definido la situación del 1-0 que convirtió Roger Martínez y terminó “quebrando” el partido que terminaría en manos de Colombia.

La razón le asiste, por ejemplo, a Leandro Paredes, el primero en pronunciarla una vez consumada la derrota. Mientras Argentina había reaccionado luego de un flojísimo primer tiempo y generaba alguna que otra situación de peligro, Colombia terminó anotando el 1-0. Entonces, sí. Puede que “nos hicieron el gol en el momento justo” sea cierto pero el análisis debería ser mucho más profundo.

“Lamentablemente nos hicieron el gol en el mejor momento nuestro. Nos golpeó muchísimo. Estábamos jugando bien, generando situaciones”, fueron las declaraciones ampliadas de Paredes, jugador de París Saint Germain.

“Cuando mejor estábamos nos hicieron el gol de contra”, repitió Lionel Scaloni luego en conferencia de prensa. “A nivel estructural estábamos bien, jugando un buen partido”, agregó el entrenador.

Volvemos a lo mismo: Argentina había mejorado en el inicio del segundo tiempo pero quedarse únicamente con el gol en un buen momento del equipo, le impedirá a todos ver el flojo nivel en general que mostró el equipo, sobre todo en el primer tiempo. Mucho más si el concepto en general es “se jugó un buen partido”.

“Todavía falta pero hay mucho por mejorar. Nos hicieron el gol en una contra, todavía falta mucho”, aseguró Matías Suárez que no solo no pudo lograr su cometido de ayudar al equipo en el complemento sino también, centró su análisis en el contraataque y en lo mucho que falta.

Lo cierto es que fue otro arranque en falso para el Seleccionado en un torneo importante, como lo fue el 1-1 ante Islandia. En ese momento, el empate complicó todo. En este caso, al clasificar también los dos mejores terceros, el margen para el equipo es mayor pero el análisis deberá ser mucho más profundo para intentar revertir este momento y mostrar otra cara. Más allá de lo duro que sea recibir un gol en un buen momento del equipo.